Vacíos en la información de los proyectos industriales

De acuerdo con el estudio, el 81% de los proyectos revisados incluyen el componente de luminosidad dentro de sus antecedentes. Sin embargo, el 67% no define correctamente su área de influencia.

Las dimensiones que se deben incluir en los EIA son la extensión, magnitud y duración del impacto que el proyecto podría tener en los cielos nocturnos y hasta dónde podría llegar el brillo artificial que emiten.

“La mayoría de los proyectos incluyen referencias a la normativa lumínica, pero existe una diversidad en el nivel de detalle entregado. Es frecuente que se hagan menciones generales sobre el cumplimiento normativo sin una definición adecuada del área de influencia de acuerdo con las pautas establecidas por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA)”, explica González.

De los revisados, 26 (22%) ya lograron su aprobación durante el periodo analizado, por lo que cuentan con una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable. No obstante, agrega González, “solo 2 de estos 26 proyectos definieron un área de influencia lumínica y solamente uno aplicó correctamente las pautas del SEA“.

Esto último significa que “la mayoría de los proyectos aprobados tienen luz verde para construirse y operar, sin conocer cabalmente cuál será su impacto en términos lumínicos”.

Otro vacío de información tiene que ver con los horarios en los que estarán encendidas las luminarias. Una gran cantidad de proyectos afirman que no generarán contaminación lumínica, ya que no tendrán faenas nocturnas, y que solamente utilizarán iluminación en casos específicos cuando sea necesario.
“Sin embargo, no especifican en qué casos utilizarán las luminarias, por cuánto tiempo, en qué sectores, ni qué tipo de focos usarán”, advierte.

 

Los aspectos que urge mejorar

“Este informe nos muestra que la incorporación de la variable lumínica en la evaluación ambiental está en proceso de consolidación, pero aún se requiere mayor precisión para resguardar los cielos nocturnos de esta zona clave”, afirma la directora ejecutiva de la Fundación Cielos de Chile.

En esta línea, el informe sugiere medidas con el fin de mejorar los mecanismos para medir los posibles impactos en el cielo nocturno, llamando a generar documentos a través del SEA que permitan unificar criterios de evaluación, así como metodologías específicas para cuantificar la posible afectación a la calidad del cielo en áreas astronómicas.

“Para ello, una de las propuestas que estamos impulsando desde la Fundación Cielos de Chile es avanzar hacia la definición de una norma secundaria de calidad de los cielos oscuros”, concluye la directora ejecutiva.

Referencia:

Fundación Cielos de Chile. Reporte de revisión de proyectos en el Sistema de Evaluación Ambiental respecto a la afectación de áreas astronómicas. 2025.