Los beneficios de una maniobra “contra la corriente”

Al ser consultado sobre si volvería a eliminar la propina, el francés señaló que sí y reiteró que el problema radica en la informalidad de la misma.

Y como ejemplo, comentó que después de dejar de recibirlas, sus colaboradores pudieron ir accediendo a distintos productos bancarios que -según él- serían de más difícil acceso en caso contrario.

 

Primero fueron la apertura de cuentas bancarias, luego la compra de vehículos mediante crédito y finalmente, “hoy tenemos gente que tuvo acceso bancario para comprar una vivienda“.

“No me arrepiento: los números hablan. Cuando partí con esto, muchos dijeron que la calidad del servicio va a caer. Hoy el Baco tiene mejores sueldos y un buen servicio. La facturación ha crecido”, dijo Le Baux a Ex Ante.

En esta nota, ahondamos en los cambios sociales que se han generado respecto al fenómeno de la propina en Chile, el cual pasa gradualmente de ser algo voluntario a un acto “obligatorio”.

Si bien la ley establece que en locales como restaurantes, bares, cafeterías y otros puedan sugerir un 10% de propina, la misma se ha extendido a otros comercios a la vez que la “presión social” lleva a dejar un extra incluso en aquellos comercios donde no se debería.

Desde el Ministerio del Trabajo han recalcado que solo se puede sugerir el 10% en establecimientos con garzones. El Sernac advierte que esto es solo un beneficio adicional que premia un buen servicio, y finalmente, expertos señalan que tras la masificación de la propina pueden surgir abusos de empleadores, donde los sueldos se forman en gran parte por los aportes de comensales.