La reconocida compañía se fundó en 1946, con sus productos de plástico con sellos herméticos flexibles que lograban preservar la temperatura de los alimentos, siendo reconocido por sus recipientes que, con el pasar del tiempo, se conocieron popularmente como “tupper” o “taper”.

Y a pesar que lleva casi 80 años de ventas, hace tiempo que ha advertido de dificultades para seguir avanzando en su negocio. Ya en junio buscaba cerró su única fábrica en Estados Unidos, lo que conllevó el despido de casi 150 mil personas.

Además, varios miembros directivos fueron removidos durante el año pasado, a la vez que se nombró una nueva CEO, Laurie Ann Goldman.

Aún con todo ello, la marca no pudo conllevar sus más de US$700 millones en deudas, lo que le estaría llevando a declararse en quiebra, concluye Bloomberg.