Ripley se despide de dos icónicas tiendas en Santiago y Concepción, pese a revertir pérdidas
Ripley cerrará dos icónicas tiendas, una en Santiago y otra en Concepción, afectando a aproximadamente 150 trabajadores, en su mayoría mujeres.
Los trabajadores sostienen que la decisión se debe a la disrupción tecnológica, como la caja autoservicio y ventas online, así como a las menores ventas generadas por estos locales. Este último punto fue confirmado por la empresa. A pesar de prometer la continuidad laboral en otras tiendas, la Federación de Trabajadoras y Trabajadores de Ripley advierte que la compañía aún no ha conversado con ellos sobre la posible reubicación de los empleados. La Asociación Gremial de Turismo y Comercio de Santiago lamenta la salida de Ripley del centro histórico de la capital, uniéndose a la tendencia de disminución de presencia de grandes retailers en zonas céntricas.
Recordando a lo sucedido con Falabella; el otro gran actor del Retail en Chile, Ripley, cerrará dos icónicas tiendas en Santiago y Concepción.
Según pudo confirmar Radio Bío Bío, se trata del local en calle Huérfanos 967 de la capital, destacada por ser el hogar de la multitienda, inaugurada por los hermanos Marcelo y Alberto Calderón Crispín en 1964.
Además, se bajarán las cortinas de la tienda Ripley en Barros Arana 839, la primera abierta en regiones, ubicada en pleno centro de Concepción y a solo metros de una segunda tienda de la misma cadena, ubicada en Castellón 520 y que seguirá abierta.
Ripley cierra dos tiendas en Santiago y Concepción
Según la Federación de Trabajadoras y Trabajadores de Ripley, estos cierres impactarían a unas 150 personas, siendo el 70% de esta dotación, mujeres.
Sobre el futuro de los trabajadores, desde la compañía afirmaron que “hemos sostenido conversaciones con los colaboradores para comunicarles que privilegiamos su continuidad de trabajo en otras tiendas” de la misma marca.
Sin embargo, la secretaria general de la Federación, Priscilla Astudillo, afirmó que, “hasta el momento (Ripley) no se ha manifestado respecto a la reubicación de algunos trabajadores de estas tiendas”.
Trabajadores apuntan a ventas online y automatización
Para Priscilla, la decisión por parte de la empresa de cerrar estas dos tiendas en Santiago y Concepción, responde a “la disrupción tecnológica, como la caja autoservicio y ventas online”, junto con las menores ventas que estarían generando estos locales y el hecho de que no se encuentran dentro de centros comerciales (malls).
Una parte de esto fue confirmado por Ripley, quien señaló que, luego de un análisis de distintas áreas de gestión y sus rentabilidades, se tomó la decisión que les llevó “a cerrar dos tiendas (con ingresos que representan menos del 1% de la empresa)”.
A pesar de ello, la Asociación Gremial de Turismo y Comercio de Santiago dijo lamentar “profundamente la decisión de abandonar el centro histórico”.
Y es que, al menos en la capital, Paris y Falabella ya han ido disminuyendo paulatinamente su presencia en la parte céntrica de la ciudad. Para el presidente del gremio, Carlos Concha, “su presencia es parte de los iconos del comercio, y su salida representa un desafío para todos nosotros”.
“Sabemos que existen cambios en la conducta del consumidor, cambios en la configuración de visitantes y otros tantos. Es por esto que tenemos que seguir avanzando para trabajar con las autoridades en la construcción de un Plan del Centro que aborde los desafíos que estamos experimentando”, concluyó el dirigente.
Al segundo semestre, Ripley pudo subir sus ingresos un 9,2% interanual hasta los $514.037 millones. Las utilidades, a su vez, crecieron más de $30 mil millones año contra año, llegando hasta los $11.125 millones en la segunda mitad del año.
Según la firma, este impulso de las ganancias fue resultado de la mejora en los segmentos retail, inmobiliario y del banco en Chile.
Uno de los aspectos destacados por la empresa en su informe del segundo trimestre, fue el cierre de dos tiendas en Perú, que “representaban un porcentaje menor de la venta de retail” en aquel país, y que al deshacerse de ellas, se produjo un impacto positivo en sus resultados de $538 millones.
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